Un vínculo para el progreso de la región

Tomás Pardina Andruet
Por Tomás Pardina Andruet
Rector 2000-2001

La Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la ciudad de Córdoba tienen un compromiso y una vocación clara de fortalecimiento de los valores democráticos y de desarrollo de la región.

En las últimas décadas, el país ha experimentado importantes cambios políticos y sociales. Córdoba, como una de las principales ciudades del país, y la UNC, reconocida por su prestigio académico, han jugado un papel fundamental en la consolidación de la democracia y la búsqueda de mejoras en la calidad de vida de sus habitantes.

La ciudad se convirtió en un espacio abierto de participación ciudadana y de debates políticos, mientras que la universidad continuó promoviendo la educación, la investigación y la formación de profesionales comprometidos con el desarrollo de la región.

En la época actual, los desafíos persisten, pero también se han presentado nuevas problemáticas que requieren una atención especial. La ciudad de Córdoba ha experimentado un crecimiento acelerado, lo que ha generado desafíos en términos de planificación urbana, movilidad y preservación del medio ambiente. La UNC, por su parte, debe adaptarse a las demandas de una sociedad en constante evolución, ofreciendo programas educativos pertinentes y promoviendo la investigación científica y tecnológica para abordar los desafíos actuales.

Uno de los desafíos más relevantes en la relación entre la ciudad, la universidad y la democracia es la necesidad de fomentar una mayor participación ciudadana. La democracia no es un logro estático, sino un proceso en constante evolución que requiere del compromiso de todos los actores sociales para su defensa y fortalecimiento. La universidad, como espacio de formación y debate, tiene entre sus roles fundamentales, el fomentar la educación cívica y ciudadana, así como formar profesionales comprometidos con los valores democráticos. Tanto la ciudad como la universidad deben promover espacios de diálogo y debate que permitan la participación de diferentes actores sociales, garantizando así una sociedad más inclusiva y representativa.

En el pasado, la ciudad de Córdoba y la UNC han dado claras muestras de su capacidad para enfrentar desafíos y contribuir al desarrollo democrático. Sin embargo, mirando hacia el futuro, es necesario continuar fortaleciendo esta relación y adaptándose a los nuevos desafíos que surjan. Es fundamental que la ciudad y la universidad trabajen de la mano, aprovechando sus respectivas fortalezas y conocimientos, para abordar problemáticas como la desigualdad social, la educación de calidad y el cuidado del medio ambiente.

En conclusión, la relación entre la ciudad de Córdoba, la Universidad Nacional de Córdoba y la democracia ha sido y sigue siendo esencial para el progreso y desarrollo de la región. A lo largo de los años 2000 y en la época actual, ambas instituciones han desempeñado roles destacados en la consolidación democrática y en la búsqueda de soluciones a los desafíos presentes. Mirando hacia el futuro, es necesario fortalecer esta relación, fomentar la participación ciudadana y adaptarse a los nuevos retos que surjan, con el objetivo de construir una sociedad moderna y pujante, más justa, inclusiva y democrática.